Compasión en epoca de Pandemia

La verdadera compasión no consiste en desear ayudar a aquellos que son menos afortunados que nosotros, sino en darnos cuenta de nuestro parentesco con todos los seres.

Pema Chödron

El término compasión es frecuentemente utilizado en los contextos de Mindfulness, en aquellos entornos donde se practica meditación basada en las antiguas practicas Budistas y en algunos entornos de Yoga. Incluso han surgido movimientos que buscan hacer extensible los sentimientos de compasión a toda una ciudad, como Badajoz Contigo Ciudad Compasiva.

Enseñar practicas de atención plena, aisladas del entrenamiento en compasión, no tiene ningún sentido. Un ladrón que pretende robar una cartera en el metro, estoy segura, que emplea en ese momento una atención refinada y plena eso sí, poco compasiva. Esto nos hace comprender que el entrenamiento en Mindfulness o Atención Plena aislado de las prácticas en compasión quedaría cojo, incluso arriesgado.

El sentimiento de compasión puede tomar dos direcciones, dirigirse hacia los demás y hacia nosotros.

La primera vez que escuché hablar de compasión fue al psiquiatra y pionero en introducir el Mindfulness en España, Vicente Simón, alguien que emana tanta sabiduría como humildad cuando comunica. Durante aquella formación nos introdujo en el sentimiento de Autocompasión, alejado de la lastima y la autocomplacencia. Lo consideraba de especial importancia, ya que como adultos -nos decía- hace bastante tiempo que dejamos de tener una persona que cuida de nosotros, que sepa lo que sentimos y que nos ayude en cualquier momento. Así nos sumergía en la meditación basada en la compasión, darnos a nosotros el mismo cuidado, consuelo y serenidad que de forma natural hacemos llegar a quienes queremos cuando están sufriendo.

Una de las lecciones que esta Pandemia nos está dejando es mostrarnos cómo en muchas ocasiones, no es posible cambiar las circunstancias vitales, sobre ellas no tenemos control, aún cuando vivamos en una falsa seguridad, que nos tranquiliza. Las emociones negativas, las circunstancias adversas nos llegan sin que lo deseemos y a todos por igual, tocándonos lidiar con ellas, con la única certeza de saber que no son eternas y pasarán.

La compasión fluye de manera natural cuando alguien a quien queremos sufre, es el mismo sentimiento que podemos dirigir hacia nosotros si somos los que sufrimos. Se asocia a bienestar, inteligencia emocional, optimismo y felicidad.

Todo sentimiento compasivo implica la intención de aliviar, reconfortar, dar ánimos, motivarse a uno mismo y al otro en lugar de criticarse o criticar.

Cuando miras con ojos de eterno aprendiz, una situación tan desconcertante como la pandemia que vivimos puede ser una oportunidad para aprender y transformarnos. Nos brinda la posibilidad de dirigir nuestros sentimientos compasivos hacia sanitarios, maestros, niños, jóvenes, ancianos o empresarios que se han encontrado con una circunstancia vital que nunca hubieran elegido.

A su vez, también podemos dirigir esos sentimientos compasivos hacia nosotros, acompañarnos con un bálsamo de comprensión y cuidado por nuestra privación de movilidad, nuestros miedos ante el contagio de nuestros seres queridos o de nosotros.

¿Te animas a probar?

Mindfulness: de la Ciencia a la Práctica

“Aparezca lo que aparezca, (en la mente) observaló”

Ajahn Chah

Mindfulness y la meditación parecen estar de moda, lo cual nos alegra, puede traer muchas cosas buenas a quienes se acerquen a estas herramientas. Pero cuando algo se pone de moda, solemos dar por hecho que es bueno, sin pararnos a analizar si esto es cierto o no. En esta entrada queremos hablarte sobre Mindfulness, de lo que es y no es, y así tengas criterios, para tomar o no,  la decisión de vivir una vida Mindful.

Las publicaciones científicas sobre Mindfulness comenzaron a aparecer en la década de los setenta y desde entonces el número no ha dejado de aumentar. Está despertando un enorme interés en la investigación básica, especialmente en Neurofisiología, y también en la educación,  la práctica de la atención plena en la infancia se perfila como una poderosa herramienta educativa. No en vano Williams James (1950), psicólogo estadounidense afirmó que el desarrollo de la atención sería “la educación por excelencia”.

Una forma de definir algo, es hablar de lo que «no es», en este caso Mindfulness no es dejar la mente en blanco, ni es relajarse, aunque este sea uno de sus efectos secundarios. Tampoco es la solución a todos los problemas, pero tener una mente calmada nos ayudará a encontrar soluciones y a no tomar decisiones precipitadas . No se trata de un descubrimiento nuevo, estás herramientas se conocen hace unos 2.500 años, proceden de las tradiciones orientales, (especialmente del Budismo) que en Occidente las han adaptados para hacerlas más fáciles de usar. Mindfulness no es solo meditar, existen varios tipos de meditación, una de ellas, Vipassana, es la herramienta en la que se basa la práctica de Mindfulness.

¿Qué es MIndfulness?

La palabra mindfulness es la traducción al inglés del término pali “sati” que implica “conciencia, atención y recuerdo”. La traducción al castellano de Mindfulness no resulta fácil. Las palabras más utilizadas han sido las de “atención plena” o “conciencia plena”, aunque debido a su dificultad, muchos autores optan por no traducir el término “mindfulness” y utilizar el vocablo inglés.

Una de las definiciones más conocidas, la de Jon Kabat-Zinn (1994), afirma que “Mindfulness significa prestar atención de una manera especial: intencionadamente, en el momento presente y sin juzgar”. Las prácticas de zen y yoga, de este profesor emérito de Medicina,  junto a sus estudios con diversos maestros budistas lo condujeron a integrar parte de esas enseñanzas con las de la ciencia occidental, creando la conocida técnica de Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (MBSR).

Hay que resaltar que, la atención plena,  se trata de una  “capacidad básica”, pues la posibilidad de atender a los contenidos mentales siempre ha estado ahí y, de hecho, ha sido utilizada por los seres humanos a lo largo de su historia, en mayor o menor medida. La novedad es que ahora nos estamos haciendo especialmente conscientes de ella y es posible que también comencemos a utilizarla más, lo cual traería consigo importantes y beneficiosos.

Gracias a las técnicas actuales de neuroimagen se ha podido observar que en meditadores de años, cierta parte de la corteza cerebral presenta un mayor grosor ya que la practica provoca cambios en el cerebro bastantes duraderos. Esto, como nos dice Daniel Siegel, científico, psiquiatra e investigador en el ámbito de Salud Mental ,» ha demostrado que la atención plena refuerza nuestro bienestar físico, psicológico y social».

¿Qué es ser consciente de la mente?

En la mente, en un momento dado, podemos encontrar información procedente de los cinco órganos de los sentidos tradicionales, información procedente del interior, del propio cuerpo e información procedente de la propia mente (de varios tipos, pensamientos, emociones, imaginaciones…).

Cuando nos encontramos en atención plena, nos damos cuenta de la actividad mental o contenido mental que en ese momento estamos experimentando.

La práctica de prestar atención a los contenidos de la conciencia, sean cuales sean, es el eje de la practica de Mindfulness, es lo primero que necesitamos aprender, si queremos practicar la atención plena. Pero estas instrucciones hay que desarrollarlas con una determinada actitud.

¿Cuál es la Actitud en Mindfulness?

  • Aceptación de la realidad que ya existe y que estamos observando en este momento. La aceptación es lo contrario a la resistencia (rechazar algo que observamos). Es permitir que las cosas sean como son en este momento.
  • Abstenerse de juzgar aquello que se observa, -«me gusta o no me gusta». Observamos un juicio sobre nosotros o sobre otra persona y no nos implicamos, los dejamos que pase.
  • Mente de principiante, curiosidad y apertura mental ante lo que percibimos y experimentamos. Ver las cosas como si fuese la primera vez que las vemos.
  • Soltar, uff!! esto requiere esfuerzo, se trata de no aferrarse a las cosas o las experiencias. Cuando las experiencias son desagradables suele ser bastante más fácil que cuando nos agradan, entonces solemos aferrarnos, porque no queremos que terminen o cambien. Se trata de aceptar que  todo tiene un comienzo, una duración y un final.
  • Actitud Amorosa, para que la atención se pueda considerar Mindfulness, ha de estar acompañada de una actitud de cariño, amorosa hacia nosotros y hacia los demás. Cuando esa bondad amorosa es dirigida a personas que experimentan sufrimiento se llama Compasión. Cuando ser dirige hacia nosotros mismos se llama Autocompasión.

Te animamos a probar con un ejercicio sencillo del día a día, cuando por ejemplo haces algo habitual como cepillarte los dientes o cuando cierra las puerta de tu casa. Observa las sensaciones que experimentas y si aparecen o no pensamientos, ¿de que tipos son?, ¿son sobre lo que sucede ahora o sobre el pasado o futuro?.

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