¿Medio llena? o ¿Medio vacía?

¿Eres de los que suele ver la botella medio llena o medio vacía?

Es muy curioso como ante una misma situación dos personas podemos percibirla de forma diferente. A esto se refiere este dicho popular y la capacidad de la percepción que hay detrás: LA ATENCIÓN.

Esta maravillosa capacidad cognitiva, funciona como una lupa de gran aumento, seleccionando aquello más relevante, a lo que le damos importancia. Ver una u otra parte de la botella, o las dos, lo podemos realizar gracias a nuestra capacidad de la Atención, la cual puede hacernos la vida más feliz o amargarla por solo ver una parte de ella.

Antes que sigas leyendo, te invito a revisar uno de los cuentos que hemos compartido recientemente sobre lo que consideramos mala o buena suerte. Se trata de ir más allá de una mente que solo ve el mundo en blanco o negro, para poder ver toda una gama de tonalidades que suelen colorear la vida de las personas. Podemos pensar en años buenos o malos y también abrirnos a un abanico de colores y así aparecen años grises, azules y otros casi blanco,…..

Si hago memoria de mis años pasados no encuentro años perfectos, si tuve un invierno duro después el verano me regalaba un viaje maravilloso. En mi larga trayectoria profesional acompañando a personas, nunca tuve conocimiento de vidas perfectas, he conocido a personas con familias amorosas a quienes les visitaba la enfermedad de un hijo o un padre, había familias con unas desahogadas situaciones económicas donde las relaciones personales eran muy complicadas y les llenaban de sufrimiento.

Lo que siempre encontré fueron Vidas Reales, con botellas medio llenas y medio vacías a la vez, donde de alguna manera estaban reflejados todos los colores del Arco Iris. A las etapas felices le seguían dificultades, que luego se convertían en oportunidades para una nueva etapa de estabilidad….y así se iba abriendo paso la vida.

Lo que seguro que tu también te has encontrado, es a personas sabias que pueden convertir un momento de dificultad en oportunidades viendo la parte de la botella medio llena, valorando y agradeciendo todo lo bueno que tienen, a pesar de unas circunstancias no siempre deseadas.

La atención se entrena, al igual que otros músculos de nuestro cuerpo con el ejercicio. Hacer pequeñas pausas durante el día y observar nuestra respiración puede ser de gran ayuda para darnos cuenta de donde tenemos puesta nuestra atención en ese momento.

¿Te animas a probar?

Vuelta a la Nueva Normalidad

En los últimos meses la palabra «normalidad» parece estar moda y en la lista de los deseos de muchas personas, que ansían «volver a la normalidad».

Según el diccionario, la palabra normal, se define como aquello que es habitual, que sirve de norma o regla, una cosa que por su naturaleza, forma o magnitud se ajusta a ciertas normas fijadas de ante mano.

De este modo la normalidad dentro de una sociedad surge del consenso sobre los valores o comportamientos que se consideran correctos dentro de ella. Esto sin duda facilita la convivencia, así «lo normal» es no hacer ruidos que molesten a los vecinos durante los periodos descanso.

Pero las cualidades de la «normalidad» van evolucionando a lo largo del tiempo, y si ver a personas con mascarilla en una tienda, hace un año era excepcional, ahora puedes comprar un vestido con la mascarilla a juego, y verlo normal. De igual modo, hay lugares en el mundo donde algo habitual para nosotros como, abrir un grifo y que salga agua caliente, es visto como algo insólito.

En ocasiones, lo normal es solo aquello que está más extendido, que más personas practican, sin que ello sea fruto de un consenso o reflexión, sino de un hábito, «es así porque todo el mundo lo hace». Esto puede sucederle a algunos jóvenes que se inician en el consumo de alcohol u otras sustancias adictivas sin plantearse si verdaderamente es eso lo que desean, desconociendo las consecuencias que para algunos traerán estos comportamientos sin haber antes explorado otras formas de alcanzar sus propósitos.

A veces, incluso dejamos de valorar ciertos privilegios que nos facilitan la vida, como tener luz al encender un interruptor, por considerarlos «normales».

Si viajas por el mundo, habrás observado que lo que es considerado normal en algunos Países, no siempre lo es también en el nuestro. Si has estado en India y comes en restaurantes a los que habitualmente acuden las personas de aquel País, verás que comer con las manos es lo «normal», lo hacen con una gran destreza y podrás sentirte «diferente o anormal» utilizando los cubiertos con los que «normalmente» solemos comer en España.

Si eres de los que te estás planteando que «después de las vacaciones hay que volver a la normalidad», nuestro objetivo con este articulo es animarte que diseñes «tu nueva normalidad». Posiblemente si te tomas un espacio de reflexión descubras todas aquellas cosas que hay en tu vida y que quieres que continúen o quizás con pequeñas modificaciones. Pero si hay otras circunstancias que desearías modificar recuerda que, todas las personas tenemos la capacidad de cambiar hábitos, cuando estos han dejado de proporcionarnos bienestar y adaptarnos a las nuevas circunstancias.

Una de las capacidades cognitivas que nos permite esto es el discernimiento, la función de nuestro cerebro para tener una opinión propia en función a la experiencia, al razonamiento y a la propia forma de ver el mundo.

Atreveté a diseñar tu nueva normalidad!!!

Recuerda que ser feliz es cuestión de voluntad!!

Quizás antes de «volver a la normalidad» quieras aprovechar todas tus capacidades para diseñar «tu nueva normalidad» aquella que te haga feliz, te proporcione bienestar, desde la responsabilidad contigo y sabiendo que cuentas con todo un mundo de posibilidades, ya que aquello que te detiene solo es la idea de que no puedes hacerlo.

¿Te animas a probar?